Microbioma_Intestinal

El microbioma intestinal: La clave de los trastornos mentales

03 de November, 2023Gabriela Jimenez

EL PAPEL DE LOS PROBIÓTICOS EN LA SALUD MENTAL

¿Sabías que la calidad de tu microbioma intestinal está estrechamente relacionada con tu salud mental?

 El microbioma es la comunidad de microorganismos vivos que habita en el intestino. Tiene un peso aproximado de 200 gramos, suficiente para establecer una conexión mágica con todo tu organismo. Hace varios años se pensaba que solo se encargaba de la absorción de nutrientes y de defender contra microorganismos extraños, pero en los últimos años se ha comprobado que el microbioma intestinal juega un papel importante en el desarrollo de trastornos mentales como la depresión, ansiedad, Alzheimer, Párkinson, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos del espectro autista, esclerosis múltiple y epilepsia.

 El microbioma intestinal está directamente conectado con el cerebro a través del intestino, y su equilibrio es fundamental para gozar de una buena salud mental.

La formación del microbioma intestinal se inicia en la concepción y alcanza su madurez a los 2 años de vida. Este tema es fascinante; nos evitaríamos muchas enfermedades y un sistema inmunológico débil si tuviéramos información que nos ayudara a entender que el período perinatal es crítico: los hábitos maternos durante el embarazo, el tipo de parto (donde se adquieren bacterias beneficiosas en el conducto vaginal de la mamá) y el tipo de lactancia son los factores más influyentes. A lo largo de la edad adulta, existen diferentes factores que pueden modificar el microbioma. Los más destacados son: dieta, infecciones, uso de antibióticos, estrés, contaminación ambiental, higiene excesiva (aquí entra el uso del gel antibacterial) y el consumo de sustancias tóxicas como el cigarrillo, alcohol y el reciente vaping.

Cada dieta induce a un microbioma intestinal con predominancia de microorganismos especializados en su digestión. La falta de fibra, el exceso de productos procesados hace que vaya en deterioro sin introducir bacterias vivas de buena calidad que ayudan a esta diversidad de microorganismos beneficiosos para nuestra salud.

 Funciones del microbioma intestinal

El microbioma intestinal tiene funciones cerebrales, digestivas, inmunitarias, metabólicas y endocrinas, entre las principales están:

  • Digestión.
  • Síntesis de vitamina K, B5, B8 (biotina) y B9 (ácido fólico). También produce B12, pero esta no está disponible para el organismo (necesita el ácido del estómago para separarse de sus proteínas y unirse al factor intrínseco para formar un complejo absorbible por el intestino delgado).
  • Mantenimiento de la integridad de la mucosa intestinal.
  • Absorción intestinal de hierro, calcio y magnesio.
  • Regulación de aminoácidos como triptófano o glutamina.
  • Modulación del sistema inmunológico.
  • Reducción de los niveles de glucosa y colesterol.
  • Metabolismo energético, regulación de la lipogénesis y oxidación de ácidos grasos.
  • Síntesis de neurotransmisores. 

También es un factor importante para promover la longevidad y prevenir el envejecimiento prematuro.

El microbioma intestinal está directamente conectado con el cerebro a través del intestino, existiendo numerosas evidencias de su influencia sobre el comportamiento humano. Esta asociación se debe a la existencia de multitud de conexiones neurales entre ambos.

NEUROTRANSMISORES Y HORMONAS

Parte de la influencia del microbioma intestinal sobre el cerebro radica en su capacidad para producir neurotransmisores (serotonina, dopamina, GABA, norepinefrina, acetilcolina y cortisol) y aminoácidos (triptófano) implicados en el funcionamiento cerebral. Cuando el microbioma intestinal se altera (disbiosis), se produce un desequilibrio en la liberación de dichos neurotransmisores, lo que altera el funcionamiento cerebral y da lugar a diferentes patologías. El microbioma intestinal es capaz de producir neurotransmisores y aminoácidos que influyen en el funcionamiento cerebral. Cabe destacar que el GABA y la serotonina producidos en el intestino no pueden atravesar la barrera hematoencefálica. Sin embargo, los ácidos grasos de cadena corta liberados por las bacterias intestinales sí pueden hacerlo y modular los niveles de GABA en el sistema nervioso central. Además, el triptófano (precursor de serotonina) producido por las bacterias intestinales también puede atravesar la barrera hematoencefálica.

PERMEABILIDAD INTESTINAL

La disbiosis supone un aumento de la permeabilidad intestinal que incrementa el paso de sustancias tóxicas a través del intestino mediante una porosidad en la pared intestinal que estimula la liberación de citoquinas pro inflamatorias que, tras alcanzar el cerebro a través del nervio vago, alteran diversas funciones cerebrales.

La disbiosis intestinal genera un exceso de permeabilidad intestinal que abre la puerta a diferentes trastornos mentales. La conexión intestino – cerebro es fácil de entender si observamos que la mayoría de trastornos mentales cursan con sintomatología intestinal y que la mayoría de personas con trastornos digestivos padecen algún trastorno mental como la depresión o ansiedad. El eje intestino-cerebro se materializa cuando tenemos colitis, dispepsia y/o dolor abdominal antes de un examen, gastritis por nervios, etc.

El microbioma intestinal es clave en los trastornos mentales

Actualmente hay estudios donde vemos estrechamente involucrados los neurotransmisores con el deterioro de la salud metabólica y cognitiva. Por ejemplo, la dopamina, involucrada en el desarrollo del Párkinson, es menor en ratones con un intestino libre de microorganismos. Si nos vamos a los trastornos del espectro autista, podemos observar que el 50% de quienes lo padecen manifiestan problemas gastrointestinales. Además, tienen una mayor permeabilidad intestinal y su microbioma es diferente al de aquellos libres de la enfermedad: menor diversidad, bajos niveles de Bifidobacterium y crecimiento excesivo de Clostridium. Otro ejemplo lo encontramos en los sujetos con trastorno obsesivo compulsivo que tienen una menor cantidad de GABA y serotonina. Ambos son producidos por las bacterias intestinales, y se ha visto cómo la modulación del microbioma con probióticos mejora el trastorno. El estreñimiento afecta a más del 80% de los pacientes con Párkinson y al 30% de los pacientes con esclerosis múltiple. Además, en estos últimos es frecuente la malnutrición, la infección por Helicobacter Pylori y el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO).

EL PAPEL DE LOS PROBIÓTICOS EN LA SALUD MENTAL

 Según afirma la OMS, los probióticos son «microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del que los toma». El término «psicobiótico» fue descrito por un grupo de científicos irlandeses en 2013 y hace referencia a todo probiótico capaz de ejercer beneficios sobre el cerebro. En este sentido, parece que Bifidobacterium Longum, Lactobacillus Ramnhosus y Bifidobacterium Infantis son sus máximos representantes. La conexión bidireccional entre intestino y cerebro es indudable. Cada vez son más las investigaciones que respaldan el papel del microbioma intestinal en el desarrollo de los trastornos mentales. El uso de probióticos en el manejo de las enfermedades mentales, aunque requiere nuevas investigaciones, está respaldado por la evidencia actual. Bifidobacterium Infantis aumenta los niveles de triptófano y, por tanto, la producción de serotonina. Lactobacillus Rhamnosus incrementa la expresión de GABA y reduce los niveles de cortisol inducido por estrés o ansiedad. Bifidobacterium Longum alivia el estrés y disminuye la depresión.

Como regla general, la diversidad en nuestra alimentación de alimentos vivos (no productos), el ejercicio de fuerza y un buen descanso ayudarán a mantener un equilibrio en nuestro microbioma intestinal y un estado de salud óptimo. Algunos suplementos naturales con un alto contenido de PROBIÓTICOS que pueden ayudarte a mejorar la calidad de tu microbioma intestinal son:

  • Caldo de hueso
  • Alimentos fermentados como:
  • Kimchi
  • Sauerkraut
  • Kombucha
  • Kéfir
  • Yogurth 

 Alimentos ricos en nutrientes y grasas saludables como:

  • Aguacate
  • Aceite de oliva extra virgen
  • Sardinas
  • Cacao
  • Aceite de coco
  • Proteína animal (de preferencia orgánica, ya que aumenta su contenido nutricional, sobre todo omega 3)

Te recomiendo que empieces a introducir este tipo de alimentos en tu dieta para que puedas notar mejoras en tu salud digestiva a largo plazo. Recuerda que todo comienza en el intestino, y cuidar de tu microbiota es esencial para mantener una salud intestinal y mental óptima.

Información de: Gabriela JiménezPracticante Certificada en Medicina Funcional

Instagram: https://www.instagram.com/gabyjmzo

 

 

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Comentarios (2)

  • Me gustó mucho la información.algunnprobiotico que me pueda recomendar. Porfavor

    Dora Alicia Ramos Tapia
  • Me encanta la información, me parece interesante y muy preciaa

    Angel

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