Una bebida viva, como la vida misma.

Todo empezó con una idea simple pero poderosa: hacer kombucha real, sin pretensiones, sin falsas promesas y sin ingredientes que no puedas pronunciar.

Queríamos una bebida que nos hiciera bien, pero también que se viera y se sintiera increíble. Que no supiera a medicina, sino a algo que querrías compartir, disfrutar y repetir.

Desde el primer lote en nuestra cocina hasta nuestras primeras botellas en anaquel, hemos crecido sin perder lo esencial:

honestidad, sabor, y una pasión por lo natural que se nota en cada trago.

Hoy, Bebida Viva es mucho más que kombucha.

Es una comunidad.

Es una forma de ver la vida con más energía, más color y más verdad.

Es un recordatorio de que cuidarte no tiene que ser aburrido.

¿Por qué “viva”?

Porque está hecha con cultivos vivos.

Porque no la pasteurizamos.

Porque creemos en lo que fermenta, evoluciona y mejora con el tiempo.

Porque así es la vida, y así es nuestra kombucha.

Gracias por ser parte de esta historia.

Esto a penas comienza.

La historia de Marcelo

Cuando lo natural se vuelve personal.

Marcelo Hinojosa nació en Dallas, pero su historia cobra vida en cada botella de Bebida Viva.

Padre de familia, emprendedor y apasionado del bienestar, desde siempre ha buscado formas de vivir mejor —y compartir eso con los demás.

Con una licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad de Dallas y más de una década en la industria de alimentos y bebidas, Marcelo encontró su propósito en 2019:

Crear una kombucha real, viva y deliciosa, que rompiera con todo lo que conocíamos en México sobre bebidas saludables.

Así nació Bebida Viva.

Una marca que no sólo fermenta sabores, sino también ideas nuevas sobre cómo cuidarnos, disfrutar, y sentirnos bien con lo que tomamos.

Hoy, Marcelo sigue al frente como CEO, guiando esta comunidad con la misma convicción con la que empezó:

Hacer las cosas bien, con verdad, y con sabor.